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Esta mañana, visitando como siempre la página web más popular sobre Bob Dylan, Expecting Rain, me enteré de una muy mala nueva. Thomas Eckhardt se había ido. Había partido a la eternidad haciendo lo que más amaba: seguir a Bob Dylan cada vez que pisaba Europa. Justo cuando andaba por Italia, ocurrió un accidente automovilístico fatal. De eso ya hace un par de semanas. Pero desde mi rincón aquí en Lima no lo supe sino hasta esta mañana fría de este mes invernal.
A Thomas conocí por Internet en el 2004 si mal no recuerdo, justo cuando estaba navegando en bobdylan.de. A partir de entonces comenzamos a intercambiar emails, mails, postales, y novedades sobre Bob Dylan. Thomas era un verdadero fanático y no dudaba en coger maletas para seguirlo cada vez que cruzaba el charco el maestro en su gira sin fin, junto a muchos otros como él que, hipnotizados por su música son sus eternos fanáticos, sus incondicionales.
Yo desde aquí lo envidiaba y soñaba contener la oportunidad de ver a Dylan siquiera una vez. Cuando lo hice en marzo, le escribí un mail con un link hacia esta página donde lo conté todo. Desde allí empecé a saber menos de él. ¿En qué andaría? es dificil saberlo cuando miles de kilómetros te separan de un amigo y las ocupaciones de la vida no te dejan estar contactado como quisieras. Y sin saber que, Thomas , quijotescamente estaba siguiendo de nuevo al maestro en su gira europea.
Esta vez, sin embargo, Dios lo ha querido entre sus filas. Extrañaré las pocas líneas que solía escribir (el email arriba es una excepción), y que siempre reclamé, la alegría con que contaba cada una de sus peripecias alrededor de Bob y su entusiasmo. Y el correo que le escribí hace un par de semanas preguntando por él se quedará sin contestar y solo quedarán estas palabras tristes en este pequeño blog recordándolo.
Descansa en paz amigo Thomas.
Palabras para David
Hace 8 años
2 comentarios:
Es increible lo lejos que llegó el amigo Thomas, se esforzaba en saludarme en Español cuando nos encontrábamos solos en el primer puesto de cualquier cola de un concierto de Bobby, siempre unas horas antes, muchas horas a veces, siempre estaba allí, con su ronca voz se empeñaba en decirme, ..."adios mi querida", querido! le decía yo... nos encontramos por última vez el pasado año en Bruselas y Amsterdan. Gracias Carla por este recuerdo al viejo amigo alemán.
Carliña, hace dias q no revisaba tu blog y ahora me encuentro con este triste suceso... es una lástima,, alguna vez ya me habías comentado de él. Que descanse en paz el amigo Thomas.
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